El poder de la cocina está en el encuentro

El poder de la cocina está en el encuentro. El poder de la mesa está en compartir.  Si en vez de prohibición, se encuentran las maneras correctas para volver. Prohibir y mandar a cerrar es el camino práctico y absolutista. No permite revisar los procesos y aplicar cambios estructurales para ser más seguros. 

Poner a la gastronomía en el lugar prohibitivo desluce nuestra escénica generosa, amplia y comprometida con el servicio. Qué pasa si en vez de relegarnos al último lugar que volverá a abrir, nos convertimos en aliados para resolver esta y otras crisis. Ser parte del cambio y no espectadores de una realidad dramática. 

Los locales gastronómicos podemos ser lugares más seguros que un supermercado, un banco o una oficina y esos espacios sí están abiertos.   Bienvenidos los protocolos, la planeación estratégica y las nuevas maneras. No la espera sin información clara y el tiempo desaprovechado para preparar los cambios. Menos misterio y más confianza. 

Por cierto, esas tremendas hamburguesas y sandwich de pollo son de: @gringabarcelona